Confirmada la hora del apocalipsis: este reloj marca la fecha exacta del juicio final
El Consejo de Ciencia y Seguridad del Bulletin of Atomic Scientists administra el Reloj del Apocalipsis
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El Reloj del Apocalipsis, administrado por el Consejo de Ciencia y Seguridad del Bulletin of Atomic Scientists, simboliza lo cerca que estamos de un desastre global. Creado en 1947 por la artista Martyl Langsdorf, inspirado en debates sobre armas nucleares, inicialmente se enfocó en el riesgo atómico. En 2007, su propósito se amplió para incluir amenazas como el cambio climático y la tecnología descontrolada. Desde su creación, las manecillas se han ajustado 25 veces, reflejando la evolución de los riesgos globales. El reloj alcanzó su posición más lejana de la medianoche en 1991 tras el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas entre Estados Unidos y la URSS.
Sin embargo, en enero de 2023, llegó a su punto más crítico: 90 segundos antes de la medianoche, debido a tensiones como la guerra de Rusia y Ucrania, las amenazas nucleares y el deterioro ambiental. A pesar de las críticas a su metodología, como las de Lawrence Krauss, que cuestionan su subjetividad, el reloj no pretende predecir eventos específicos, sino alertar sobre la necesidad de actuar para evitar catástrofes. Si llegara a marcar la medianoche, representaría el colapso de la civilización tal como la conocemos, ya sea por guerra nuclear, crisis climática u otros desastres.
Ésta es la hora del apocalipsis
Los ecos de una posible Tercera Guerra Mundial resuenan tras más de 1.000 días de conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, éste no es el único foco de tensión: el enfrentamiento entre Israel y Hamás, las crecientes tensiones nucleares entre Estados Unidos, Rusia y China, junto con el impacto del cambio climático, dibujan un panorama inquietante. El año 2023 fue el más caluroso desde que hay registros, acompañado de desastres naturales devastadores, como huracanes e incendios, que parecen reflejar un planeta en crisis.
El Reloj del Apocalipsis, ahora a sólo 90 segundos de la medianoche, representa la amenaza más grave en su historia. Éste no es un simple número, sino una advertencia: estamos peligrosamente cerca de un punto sin retorno. Una catástrofe global, ya sea por guerra nuclear, colapso ambiental o un colapso tecnológico, parece más probable que nunca. Este reloj no mide el tiempo literal, sino el nivel de amenaza existencial para la humanidad.
En 1991, el Reloj del Apocalipsis marcaba su distancia máxima de la medianoche, con 15 minutos, en un contexto de optimismo tras la caída del Muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría. En contraste, hoy, la guerra entre Rusia y Ucrania, los avances nucleares de Corea del Norte e Irán, y la expansión de arsenales por parte de potencias como Rusia y Estados Unidos, generan temores de un conflicto bélico de escala global.
A esto se suman los avances tecnológicos, como la Inteligencia Artificial, que podría amplificar la desinformación y dificultar la gestión de riesgos globales. Los científicos han señalado que, desde 2019, las condiciones globales han empeorado drásticamente, llevando al reloj a 100 segundos de la medianoche en 2020 y finalmente a 90 segundos en 2023.
Los expertos en ciencia y seguridad, quienes evalúan factores como conflictos armados, el cambio climático y riesgos tecnológicos, son quienes ajustan el Reloj del Apocalipsis. Aunque no predice eventos específicos, busca generar conciencia sobre la necesidad de acciones urgentes para evitar un desastre.
En 2024, el reloj continúa fijo en los 90 segundos, reflejando una convergencia de amenazas. Más que un indicador, es una llamada de atención sobre cómo las decisiones actuales moldean el futuro de la humanidad.
La fecha del fin del mundo según Stephen Hawking
La cuestión del fin del mundo ha intrigado a la humanidad desde siempre. Aunque muchas predicciones han fallado, sigue siendo un tema fascinante. Entre los cálculos más notables está el del físico Stephen Hawking, quien estimó que la Tierra podría ser inhabitable para el año 2600. Según él, para ese entonces, el planeta se transformará en una «gigantesca bola de fuego», resultado de problemas como el cambio climático, el calentamiento global y el desmedido consumo de recursos.
En su documental «The Search for a New Earth», Hawking destacó que el crecimiento poblacional y el uso intensivo de energía llevarán a un colapso inevitable si no se toman medidas drásticas. Además, advirtió que la humanidad podría enfrentar este destino antes si persiste en el consumo insostenible y la explotación indiscriminada de recursos.
Por su parte, la NASA no fija una fecha específica para el fin del mundo, pero respalda la preocupación por las consecuencias del cambio climático y el uso excesivo de energía. La agencia espacial trabaja activamente en iniciativas para proteger el planeta, como monitorear asteroides potencialmente peligrosos y estudiar los efectos del cambio climático. También fomenta el desarrollo de tecnologías sostenibles y estrategias para mitigar el impacto ambiental desde el espacio y la Tierra.
Además, Hawking argumentó que los problemas ambientales y energéticos que enfrentamos no son insuperables. Según el científico, con el ingenio y los avances tecnológicos, es posible desarrollar soluciones que permitan a la humanidad superar estos desafíos.